Fue en el Senado de la Nación, junto a Celia Pronzalino, Councelor especialista en discapacidad y familia. “La discapacidad no discrimina, es transversal a todos los colectivos”, señaló.
“La discapacidad nos atraviesa a todos como parte de la condición humana”, dijo Pronzalino. Aseguró que la discapacidad abarca al ser humano, “no tiene color político, no tiene color de piel, no tiene color de pensamiento”.
La Councelor destacó la importancia de “tomar consciencia presente del daño que hacemos queriendo, o sin querer. Porque nos plantamos en una postura de poder frente al otro. Del suponer que no puede, entonces mejor lo sobreprotejo, ¿no? Y en realidad es una limitación nuestra, no del otro”. También explicó que “hay todo un proceso que se hace necesario. Y eso requiere trabajar sobre la dignidad de las personas, y la libertad, con todo lo que eso conlleva”.
“Para mí las jornadas no tienen que ver con ser jornadas expositivas”, declaró la especialista. Deben ser jornadas “auto explorativas. Es decir, hacerme cargo, cada uno de los que estamos ahí. Que genere un impacto. Que genere un ‘che, pará. Te estoy hablando a vos. Fijate dónde estás parado. Porque necesitamos tu aporte también para que esto cambie.’”
Pronzalino recordó que es responsabilidad de cada uno cumplir con “lo que el estado y la convención nos viene a poner como regla de convivencia y de respeto. Porque si los ciudadanos hacemos lo que queremos no hay ley posible que alcance para mejorar ninguna situación. Las leyes están buenísimas, pero las prácticas son las que hacen que la realidad cambie”.
“Lo que más fuerte tenemos que entender, es que esto es una cuestión de derechos humanos. Y no son negociables”, concluyó la entrevistada. “Entonces, cuando vos entendés el modelo, el enfoque que trae la convención de derechos humanos, en respetar el derecho del otro. La dignidad del otro. La libertad del otro. Eso te va a traer los recursos, desde tu profesión. Desde tu rol. Para poder darle a esa persona que viene a aprender, que viene a estudiar, que viene a hacer gimnasia, lo que necesita. Porque justamente tiene que ver con la equidad. Entender que todos no necesitamos lo mismo, y que el que tiene que cambiar es el entorno y no la persona.”
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