Nadia Botta, profesora de psicología, se refirió a la educación inclusiva y a la necesidad de que todos los actores del sistema educativo asuman una actitud de corresponsabilidad pedagógica. La especialista señaló que a veces la barrera que restringe, limita y condiciona las oportunidades del estudiante con discapacidad es comunicacional.
“La educación inclusiva atraviesa modalidades y niveles de todo el sistema educativo”, según la profesora. Es un derecho fundamental para todas las personas que debe ser pensado con un enfoque pedagógico amplio, pero que no debe limitarse exclusivamente “a la atención o a la educación de estudiantes con discapacidad. Sino que también implica el reconocimiento y la atención de las particularidades y necesidades individuales de cada estudiante en el aula.” Sobre todo, con el nivel de diversidad de aprendizajes que existe actualmente en las aulas.
Botta destacó que, para poder atender a las diversidades presentes hoy en día, el docente debe asumir una actitud de corresponsabilidad pedagógica, al igual que todos los actores del sistema educativo. “Si un docente se encuentra en su aula, ante cualquier nivel o modalidad con un niño, niña, adolescente con discapacidad o con dificultades en el aprendizaje, debe poder investigar, preguntar, hacerse cargo y ser disponibles a la atención a ese estudiante.”
Las barreras y los Maestros de Apoyo a la Inclusión
“A veces, dentro de las instituciones educativas, nos encontramos con barreras”, explicó la docente. “Estas barreras nunca son del estudiante. No podemos presentar una característica individual del estudiante como una barrera en sí misma. Sí las barreras están en el contexto. Estas barreras restringen, limitan y condicionan las oportunidades de los estudiantes con discapacidad”. Un ejemplo puede ser la barrera comunicacional. “Un niño con un diagnóstico de autismo, que no tiene lenguaje verbal, una barrera comunicacional sería el no uso de la comunicación alternativa y aumentativa” cuando ese niño lo requiere. Es por eso que el aprendizaje de los docentes de otras formas de comunicación es muy importante.
Es posible que para resolver esto, la modalidad de educación especial intervenga con una maestra de apoyo a la inclusión, explicó Botta. “Estos maestros son profesionales capacitados para apoyar en estos procesos educativos a los niños, a los jóvenes, e incluso adultos que presentan necesidades educativas derivadas de la discapacidad. Su función en general es dar apoyo, a veces en el aula, a veces solo con los docentes, dando orientaciones. A veces creando modelos de configuraciones de apoyo o didácticas para cada docente de nivel”.
La regulación inclusiva en la Provincia
La especialista también se refirió al marco legal en el que se trata la cuestión de la educación inclusiva en la Provincia. “Todo esto que estoy hablando está en la resolución 1664/17 de la Dirección General de Cultura y Educación de nuestra Provincia de Buenos Aires. Hay anexos en esa resolución que hablan específicamente de cada nivel. Del nivel inicial, del nivel primario y del nivel secundario. Y también tiene un pequeño apartado para técnica secundaria.”
“Me parece que cada docente, no importa de qué nivel o modalidad pertenezca, es más que necesario que conozca esta resolución”, concluyó Botta. Destacó la importancia de que cada uno “se haga parte, y que la haga parte de su trabajo. Porque día a día nos encontramos con aulas más que diversas. Y tenemos que tener la predisposición para la atención de estos niños. Y no solamente tener la predisposición sino los conocimientos para que esto se pueda llevar a cabo de la mejor manera.”
