Mercedez Ibañez, especialista en Educación Especial, habló sobre los casos en los que los alumnos no cuentan con acompañante externo y cómo debería actuar la escuela. “Es un derecho del niño estar cuatro horas dentro de la escuela aprendiendo con contenido”.
“La escuela lo que debe hacer es armar un dispositivo de inclusión” para los estudiantes que necesitan un acompañante y no lo tienen, declaró Ibañez. En entrevista con Asuntos Docentes detalló que es responsabilidad de todos los actores institucionales acompañar a los estudiantes.
Según la especialista dijo, sin obra social y certificado de discapacidad no se puede conseguir acompañante terapéutico. Así que, cuando no hay un acompañante, “la escuela tiene que garantizar a ese alumno que tiene que concurrir y permanecer la jornada escolar completa”.
En la columna también dijo que, en los casos de cambio del nivel inicial al primario, lo ideal es primero garantizar que el alumno “va a seguir acompañado por el sistema de inclusión”. Explicó que lo que se hace es un acercamiento a la escuela, para informar que el alumno ya tiene una propuesta de inclusión.
“En general son pocas las inclusiones que arrancan en el jardín”, aclaró la especialista. “Es un número muy mínimo que tenemos desde el jardín con propuesta de inclusión”. Según ella indicó, en general los casos de inclusión empiezan en el nivel primario.
Ibañez comentó que, en los poquitos casos de traspaso al nivel primario, “se garantiza a las familias y a la institución que el alumno va a seguir acompañado con propuesta de inclusión”. Y que el sistema “va a estar ahí para orientar también a la seño de primerito”.
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