La Ciudad de Buenos Aires anunció cambios en el nivel inicial educativo, proponiendo la enseñanza de lengua y matemática en los Jardines. Desde el año que viene, todos los chicos de las salas de 4 y 5 años (preescolar) tendrán un nuevo diseño curricular, según informan.
Al respecto, la licenciada y docente Leila Daleffe, de El Mundo Inicial, reflexiona sobre estos aparentes “cambios” y asegura que esto ya se está dando en los Jardines.
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Las palabras de Daleffe
Frente a esta noticia, necesitamos hacer un descargo, antes que la ira se apodere de cada uno de quienes formamos parte día a día, algunos hace muchísimos años, de nuestro amado Nivel Inicial. Dejamos por propia pasión el cuerpo, el alma, nuestra energía, horas de nuestra vida robada de a poquito a quienes amamos, porque aunque estemos, muchas veces nuestro pensamiento sigue estando en la sala.
Quizá algunas cosas, sólo quizá, no llegan atrás de los escritorios, porque por supuesto, hay que tener el pie bien firme en la escuela y en los Jardines para darnos cuenta que la realidad nos está moliendo muchas veces a palos, algunas veces demasiado literalmente, y que sin embargo ante la adversidad afianzamos el amor por las infancias y nuestra vocación crece, nos abrazamos, nos contenemos entre nosotras porque sabemos que somos lo único que tenemos.
Hace poco publiqué un posteo que hablaba de qué se espera de una sociedad que no valora a sus docentes. Y hoy siento que debemos salir a aclarar algunas cuestiones que tal vez no se sepan? O sí se saben, o se omiten, o se tergiversan, y nos dejan inmersos en una nebulosa de duda que nada nos beneficia.
Desde fines del siglo XX, el Nivel Inicial adopta ese nombre en reemplazo del nombre “jardín de Infantes”, ya que forma parte de la educación formal obligatoria, respondiendo a la jerarquización del rol y al reconocimiento del valor intrínseco de nuestra propuesta. No obstante, no me molesta que hablamos de Jardines, de Maestras Jardineras, sí me molesta que hablen de jardines en minúscula, ya que no somos un trozo de tierra, sino un terreno fértil sobre el que se siembra todo lo necesario para la vida.
También para que sepan, desde el diseño curricular, hace años que matemática y prácticas del lenguaje son parte de nuestro lineamiento oficial, y se implementan cotidianamente con la metodología propia que lee la forma de aprender de las infancias.
Siento como siempre una tremenda e imperiosa necesidad de primarizar el Nivel, siendo que cada nivel tiene su propio valor, de estandarizar y evaluar y hacer estadísticas cuestiones que no siempre pasan por los números, ni por lo cuantitativo.
¿Cómo se mide un abrazo? ¿Cómo cuantifico la cantidad de situaciones de aprendizaje que suceden mientras miramos a un niño/a, o cuando la escuela y el Jardín se convierten en ese lugar seguro que aloja y se deja habitar?
Creánme que no desentiendo la importancia del fortalecimiento de las áreas que aquí se mencionan, puede ser necesario pero no es la única solución para una problemática tan difícil y compleja.
Vengan a nuestras escuelas, pisen, escuchen a los docentes, que a veces no damos más, pero seguimos adelante por amor al cuadrillé y a las infancias. Los invito, la puerta está abierta.
