Liliana Maltz, psicóloga social y capacitadora sobre la ESI, se refirió a los casos de denuncias injustas e infundadas hacia docentes. Y el impacto que tienen en los vínculos y en las instituciones.
Maltz aseguró que desde hace un tiempo investigan el aumento de denuncias “inverosímiles, infundadas e injustas que impactan enormemente en los vínculos y en las relaciones entre escuela y familias. Y entre docentes y los chicos y las chicas”. También comentó que, aunque hay motivos que podrían ser propios de la escuela, y otros la exceden.
“El contexto de época es un contexto que incita de alguna manera a la desconfianza, al miedo. A pensar que la otra persona, antes que nada, algo nos puede hacer, y que no es una cuestión de acercamiento, sino que nos puede hacer un daño. Y esto también se da en el vínculo con docentes”, declaró la especialista. Además, al ser la escuela, sobre todo en el nivel inicial, el primer representante del estado ante la familia, cuando estas sienten que sus demandas no son escuchadas trasladan su enojo a la institución educativa.
Vaivenes de la Ternura, de Liliana Maltz
Ante un contexto en el que las familias trasladan su hostilidad a las escuelas, “la ternura está bajo sospecha. Porque cualquier gesto amoroso, es leído o es interpretado como una situación de abuso”, dijo Maltz. Según explicó en dos capítulos de su libro “Vaivenes de la Ternura”, en la actualidad “las docentes tienen temor de abrazar, de hacer upa, de apapachar. De cambiar los pañales. Porque todo puede ser leído o interpretado como una situación abusiva, y esto tiene un alto impacto en los vínculos y en las relaciones”.
“La escuela, de la mano de la Educación Sexual Integral, es la guardiana de los derechos de las infancias”, afirmó la docente. “De hecho, los datos duros dicen que es en los jardines y en las escuelas donde se detectan las situaciones de abuso gracias a las herramientas que les da la Educación Sexual Integral. Entonces es realmente un contrasentido pensar que esas instituciones hoy parecen como si fueran nidos de pedófilos. Es una cuestión que necesitamos urgentemente revisar e invitar a las familias a poder pensar cómo puede ser posible que en estas instituciones de ternura pasen situaciones que son absolutamente inverosímiles”.
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