En su columna en Asuntos Docentes, María Beatriz Greco presentó su reciente libro “La confianza en los territorios educativos”.
“Estoy muy feliz de poder contarles de este libro nuevo. En realidad, es una publicación que tiene apenas unos días, pero que yo vengo trabajando hace muchísimo tiempo”, declaró la autora. El libro señala que al educar se viaja por nuevos territorios, se dan a conocer nuevos mundos. En este sentido, la escritora recordó que “la escuela es un territorio. Es un territorio que produce subjetividad y produce igualdad. Cuando recibimos a chicos de todos lados, de todos los barrios, vengan de donde vengan. Y les hablamos del mundo de las matemáticas, del mundo de la literatura. De esos mundos hermosos que tenemos en la escuela”.
Según explicó la autora, la exploración y el descubrimiento de los territorios educativos son una parte importante del rol del docente. “Una maestra es alguien que te provoca, que te deja un desafío. Que te pone una puerta, te pone frente a un bosque un poco cerrado de árboles y te dice andá, explorá, buscá”.
Laurence Cornu y el artículo que inspiró el libro de Greco
Greco dio detalles de los muchos autores que la ayudaron en la elaboración de su libro. Junto a estos autores, se enfocaron en torno a un artículo llamado “La confianza en las relaciones pedagógicas”, de Laurance Cornu. Y lo actualizaron con una nueva mirada en el libro, en torno a los territorios educativos. “A mí me gusta pensar hoy que la escuela es un territorio que hay que construir todos los días. Que hay que cuidar. Y que está hecho de vínculos de confianza”.
La escritora contó que el estudio de Laurance se dedica “a pensar la confianza que los adultos y adultas tenemos o hacemos en nuestras generaciones más jóvenes. Es una confianza que se cultiva, pero no se impone. Yo no te puedo imponer que tengas confianza en alguien o en algo. No es una técnica, no hay técnicas para la confianza. No es tampoco un medio pedagógico, no hay una metodología de la confianza. Tampoco hay una pedagogía de la confianza”.
“La confianza es un articulador de la experiencia”, señaló la docente. De este modo, se presenta como “una característica de las experiencias pedagógicas que proponemos, y que las ponemos a jugar. Y es una característica de los vínculos. La confianza es una apuesta. Yo no sé todo de vos, no lo sé todo de mis estudiantes, pero, ante todo, confío. Y esa confianza se vuelve más confianza”. En el artículo de Laurance, se inventa la idea de una confianza emancipadora, explicó Greco. “La confianza emancipadora tiene que ver con saber que somos maestros, maestras. Que ofrecemos, que damos medios, que generamos condiciones. Y de a poco nos vamos retirando, vamos aflojando un lazo amoroso, y con empatía y con miramiento dejamos crecer”.
Es por eso que sin confianza se hace muy difícil crear un vínculo pedagógico. “Si no confiamos en las nuevas generaciones, vamos a tener una sociedad realmente dañada, individualista, meritocrática, competitiva”.
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