Flavia Sarquís le dedicó su columna al proceso de evaluación y cómo a veces se convierte en algo netamente administrativo. ¿Cómo hacemos para aprovechar la significación de esos aprendizajes?
“Venimos haciendo muchos aprendizajes, y transformando mucho los procesos de evaluación”, declaró Sarquís. Desde aprender a evaluar procesos, modificar instancias de evaluación o dar un nuevo uso a los instrumentos hasta revisar el para qué se evalúa, el trabajo con respecto al proceso de evaluación fue mucho. Sin embargo, después de todo este trabajo, “todo se reduce en los últimos días de noviembre y los primeros de diciembre, a tengo que poner la nota y tengo que cerrar la materia. El año, el boletín, la acreditación. Entonces de golpe todo eso se convirtió en un número”.
La evaluación se vuelve netamente administrativa cuando “lo único que importa es que yo haya acreditado un proceso”, criticó la coach. “Esa vorágine nos corre del eje de lo que hemos hecho a lo largo del año. Entonces, ¿cómo hacemos para que aprovechemos la significación de esos aprendizajes?” Una posibilidad es permitirle a los estudiantes poner el foco en lo que aprendieron a lo largo de la cursada, pidiéndoles un informe sobre lo que les pasó en relación con la materia. Lograr “instancias que realmente pongan en evidencia los procesos de aprendizaje. Hace algunas columnas atrás yo decía que trabajemos para que los chicos cuando salen de la escuela digan hoy aprendí tal cosa, no hoy hice tal cosa. Bueno, acá sería un poco igual”.
“Cuando ellos ponen el foco ahí a la hora de evaluar un proceso, en primer lugar, corren toda la emocionalidad no placentera que tiene que ver con la presión de una evaluación”, contó Sarquís. Esto también ayuda a los estudiantes que tienen problemas durante su trayectoria educativa. “Que al menos aparezca la posibilidad de decir, no estuvo muy bueno todo esto que me pasó, pero aprendí esto este año. Me di cuenta de esto en esta materia. Eso desarrolla confianza, genera autoestima, mentalidad de crecimiento”.
La coach recordó que los contenidos escolares “son la excusa para el desarrollo de habilidades para la vida. Habilidades interpersonales, intrapersonales”. Por eso es importante que los docentes puedan generar espacios como estos en las escuelas como una oportunidad de resignificar todo lo aprendido. “Del mismo modo que cuando volvemos de un viaje podemos recuperar las anécdotas del viaje, que podamos recuperar las anécdotas compartidas con nuestros estudiantes”.
“Un cierre con estas características me trae un bagaje de información muy interesante para cuando yo hago el traspaso para los docentes que van a tener a esa cohorte de alumnos” dijo Sarquís.
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