¿Cómo se disfruta ser docente?

¿Cómo se disfruta ser docente?

En su columna, Flavia Sarquís se refirió a la profesión docente y a la necesidad de disfrutarla y ser feliz con ella.

“Los educadores buscamos todo el tiempo el aprendizaje de nuestros estudiantes y nos olvidamos de aprender nosotros en principio a ser felices y disfrutar de aquello que elegimos”, declaró la coach. “Yo creo que aprender a disfrutar y a ser feliz con nuestra profesión es en principio recuperar el momento en que decidimos esta profesión”.

Sarquís reconoció que no todos los docentes llegaron al mundo de la educación siguiendo el mismo camino, en el mismo momento de sus vidas. “Lo importante es saber en qué momento nos conectamos con esto que nos apasionó para enseñar”, porque la docencia es una profesión de amor. “No existe ninguna posibilidad de facilitar un aprendizaje, de enseñar, de aprender si no hay amor en esa transición”, explicó.

La coach destacó que a la hora de pensar una experiencia de aprendizaje es necesario entender que “hay una otredad que, como tal, tiene particularidades, necesidades específicas. Intereses propios. Emociones particulares que tenemos que escuchar y atender si nuestra labor está en torno del amor”. Agregó que “el hacer con amor también nutre nuestro apasionamiento. Nos llena de orgullo y salimos a defender nuestra profesión a capa y espada”.

Tres claves para disfrutar ser docente

En un encuentro de educadores que se realizó en Córdoba, algunas personas se acercaron a Flavia Sarquís con preguntas relacionadas a cómo disfrutar de la profesión docente, y ser feliz con ella. Y a partir de la conversación con esas colegas, la coach encontró tres grandes inquietudes que tenían en común.

“Queremos aprender más de nuestro ser docente. Esa fue la primera inquietud”, detalló la educadora. “Aprender más de nuestro ser docente es en principio reconocernos en nuestro ser humano” y reconocer los diferentes talentos, fortalezas, emociones, creencias. “Redescubrir quién estamos siendo hoy en nuestras vidas y en el trayecto de nuestra carrera profesional nos va a conectar un poquito más con nuestro ser docente para poder entender por qué hacemos lo que hacemos y decimos lo que decimos”. Un ejercicio para lograr esto podría ser recordar el primer día en la docencia, e imaginar el último día. Esta actividad simple, pero profunda permite reflexionar sobre los objetivos, y las cosas inesperadas que se lograron a lo largo de la carrera docente.

La segunda razón por la que Sarquís comentó que las docentes la consultaron en Córdoba, fue encontrar otro tipo de recursos para optimizar sus prácticas. “¿Dónde están los mejores recursos que hoy necesita la educación? En cada uno de nosotros”, sostuvo la especialista. “Si nosotros no entendemos que el recurso somos nosotros. Que el maestro somos nosotros, que el facilitador somos nosotros nada de lo que se nos acerque a las manos va a tener el impacto que tiene que tener dentro de un aula”.

“Lo tercero que me dijeron fue ¿Cómo aprender desde otro lugar a motivar a mis alumnos?” dijo la coach. “Observando todo desde otro lugar, observando lo que es un contenido escolar desde otro lugar, observando lo que es una evaluación desde otro lugar, observando lo que es la resolución de un conflicto desde otro lugar. Y es ahí donde nosotros desde el coaching educacional trabajamos esta nueva mirada. O sea, lo que hacemos es resignificar lo que, para nosotros, educadores, son actividades y recursos propios de cada uno de nuestros días de trabajo”.

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