Pablo Urquiza, subsecretario de educación de la provincia de Buenos Aires, se refirió a la movilización del 23A en defensa de la educación
Según el funcionario, el apoyo popular hacia el activo de la sociedad argentina que es la educación pública y la educación universitaria, se demostró en la marcha del 23A. “Fue una manifestación de apoyo a eso frente a la amenaza y el avasallamiento de políticas que van en contra de la garantía de ese derecho”, declaró el funcionario provincial.
La educación pública y universitaria es una cosa que “está enraizada en lo profundo de nuestra historia, y que nuestro pueblo valora de una manera muy contundente. Y que abarca a sectores sociales, económicos y culturales diversos”, señaló Urquiza. También destacó la naturaleza federal de la manifestación, que se realizó no solo en Buenos Aires, sino “en todas las ciudades de nuestra patria”.
Lo del 23A “fue la respuesta contundente de nuestra sociedad frente a la amenaza del deterioro de la universidad pública y de la educación pública a través de políticas que la desfinancien y que las vayan enflaqueciendo”, dijo el entrevistado respecto a la movilización. También comparó la masividad de la manifestación nacional con los festejos del bicentenario, o las manifestaciones en contra el dos por uno contra los genocidas que participaron de la dictadura. “Son cuestiones que están muy enraizadas en nuestra identidad”.
La supuesta falta de auditorías a las universidades
Urquiza habló respecto de la comunicación de la Presidencia de la Nación en la previa al 23A en que aseguraron que se garantizarán los fondos para las universidades, pero que también se mantendrá la postura de exigir la auditoría de esos fondos. “Las universidades tienen una política de auditorías que está marcada en acuerdos con la Auditoría General de la Nación.” Recordó que cada universidad tiene sus propios mecanismos de auditoría interna, muchas veces con representantes que trabajan en consonancia o directamente para la Auditoría General de la Nación.
“Es una falacia que las universidades no estén auditadas”, argumentó el funcionario provincial. “Yo lo que creo que hay un prejuicio negativo con respecto a la educación pública y a las universidades. Porque las universidades son auditadas periódicamente. ¿El poner la lupa sobre la falta de auditoría supone que hay irregularidades?”
El prejuicio negativo “es una constante de sectores que tienen cierto desdén por la educación pública”, dijo Urquiza. “La sospecha sobre la falta de auditoría presupondría que habría irregularidades. Bueno, hay mecanismos de control. La universidad los tiene. La universidad tiene co-gobierno. En los claustros están representados democráticamente los distintos sectores. Entonces, creo que hay muchos mecanismos de control.”
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