Flavia Sarquís, Coach Ontológico, reflexionó en Asuntos Docentes sobre el asombro ligado a la curiosidad y a las ganas de aprender en las experiencias de los estudiantes
Con respecto a lograr el asombro en las experiencias de aprendizaje, la coach explicó que “cuando nuestra práctica profesional se vuelve atenta y consciente en este sentido, mejoramos las experiencias que tenemos para ofrecer a nuestros estudiantes”. También señaló que los mismos estudiantes pueden aprender más auténtica y significativamente cuando se logra distinguir estos tipos de aprendizajes y se pueden documentar verdaderas evidencias de asombro, descubrimiento o curiosidad.
“Se necesitan en las aulas espacios y tiempos para explorar, asombrarse, sorprenderse y entusiasmarse. Entornos que faciliten el descubrimiento”, dijo Sarquís. “En la infancia y la adolescencia parece no haber tiempo para pararse a observar el mundo”.
En este mundo tan cargado de estímulos no hay tiempo para hacerse preguntas, declaró la especialista, y agregó que “cuando nuestros estudiantes se las hacen, muchas veces son las respuestas de los adultos las que cortan esa curiosidad innata”. Ese mecanismo innato del asombro debe ser aprovechado en la escuela.
“Los docentes jugamos un papel muy importante en este sentido. De nuestras acciones dependerá en muchas ocasiones que se mantenga esa curiosidad innata viva, o se vaya perdiendo a lo largo de la escolaridad de nuestros estudiantes”, indicó la coach.
Sarquís declaró que generar nuevas conversaciones pedagógicas en las aulas es importante para empezar a aplicar el asombro y la sorpresa en las actividades de aprendizaje. Esas conversaciones deben involucrar “a nuestros estudiantes en verdaderos diálogos. Con preguntas abiertas que den espacio a la opinión, a la creación, a la definición de un posicionamiento, a explorar nuevos caminos y alternativas.”
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